La primera impresión, vital para una comunicación efectiva

Lo dice el refrán: “Nunca tienes una segunda oportunidad para dar una buena primera impresión”. Eso aplica no sólo para el ámbito profesional, sino también para el personal. Todos los estudios psicológicos indican que una vez que una persona se ha hecho una idea inicial sobre ti, es ya después muy difícil cambiarla. Por eso es necesario dar una magnífica primera impresión.

En un trabajo, esa primera impresión es vital. Si en las primeras semanas en tu nuevo empleo demuestras ser un trabajador modelo, ésa será la imagen que perdurará de ti. No importa si posteriormente tu rendimiento decae y ya no eres tan trabajador modelo. En cambio, si la primera impresión es negativa, no importa lo mucho que mejores, la mayoría de tus compañeros siempre tendrán esa idea negativa de ti. Y eso funciona exactamente igual en la política. Una vez un votante se ha hecho una idea inicial sobre un candidato, es muy difícil modificarla. No importa qué argumentos se den, los votantes tenderán a escuchar sólo lo que quieren escuchar.

Es decir, hay que prestar especial atención a la hora de causar una inmejorable primera impresión.

J.D. Schramm, en su estudio “Una comunicación efectiva comienza con una buena primera impresión”, ahonda sobre la importancia de esa primera impresión en todas las facetas de nuestras interacciones con otras personas.

En el escrito, por ejemplo, menciona que una presentación nunca debe empezar con un “Buenos días, mi nombre es Francisco García. Soy el Presidente de la empresa Teléfonos de Costa Rica y hoy estoy aquí para…”

¿Por qué? ¿Ha dicho acaso algo que nos llamó la atención? ¿Mencionó algo intrínsecamente interesante? No. En realidad, perdió una buena oportunidad para capturar nuestra atención desde el inicio.

Antes de iniciar su presentación, piense en algo distinto, original, innovador. Algo que haga que toda su audiencia gire su
cabeza hacia usted y comience a prestarle “verdadera” atención. Cada año vemos decenas, cientos de presentaciones. ¿Recordamos algo especial de ellas? ¿Vimos o escuchamos algo que se quedara grabado en nuestras mentes? En la inmensa
mayoría de los casos la respuesta es no.

Y no olvide que las primeras impresiones no son sólo cuando usted se presenta en persona, sino también en una conversación
telefónica, videoconferencia o incluso en un email. En un mercado laboral tan difícil como el actual, cualquier detalle se convierte en una clara ventaja competitiva. No los desaproveche.

Tampoco olvide que el 80% de lo que usted comunica lo hace a través de su lenguaje corporal no verbal. La importancia del contenido concreto de su mensaje apenas llega al 20%.

Su expresión facial, la posición de su cuerpo, el contacto visual, las posiciones físicas abiertas o defensivas que usted
presente, su tono de voz. Esos factores marcan la parte más importante de su mensaje. Si lo que usted dice coincide con su lenguaje no verbal, su mensaje será aceptado como auténtico. Sin embargo, si sus palabras dicen una cosa y su cuerpo otra, su mensaje será rechazado como incoherente y no auténtico.

Hay muchos factores que inciden en que un mensaje sea percibido como auténtico o falso. Cómo nos expresamos, cómo nos vestimos, cómo nos comunicamos con nuestro cuerpo tienen una importancia vital. Por suerte o por desgracia, mucha gente sí juzga al libro por su portada.

 

GATO_quienessomos Esta Publicación es proporcionada y de autoría de Pablo Gato, CEO of Gato Communications

 

Translate »