Este día con mi compañera de trabajo Maricel, hablábamos de nuestras mascotas. Ella me contaba de todas la cosas graciosas que su gata hacia, reímos y reímos… de igual forma yo le contaba de mis pajaritos y lo inteligentes que son; poco a poco fuimos hablando de lo indefensos que son los animales y de cómo ellos merecen protección. Hay tanto maltrato animal me decía Maricel, y que por eso ella sirve de voluntaria para cuidar y atrapar gatos. Me quede tan admirada; uno de ver como una persona después de ocho horas de trabajo hace tiempo para dar amor y cuidar a esos gatitos y segundo porque no sabía que había una organización encargada de proteger a los gatos en particular. A partir de allí he comenzado a interesarme a saber un poco mas de todas las organizaciones encargadas de velar por los animales.

He podido comprender que no es una labor fácil, que se necesitan más voluntarios, mas personas que quieran contribuir con ellos. También he podido aprender que muchas veces cuando tenemos mascotas hay muchas instituciones que brindan ayudan, en caso de que no contemos con recursos económicos. Amigos a todos nosotros que nos gustan los animales les hago un llamado para que nos solidaricemos un poco con estas instituciones, ya sea donando una pequeña cantidad de dinero, dando nuestro tiempo o pasando la voz para que así mas personas conozcan de estas organizaciones y se pueda prevenir la crueldad animal.

Testimonio de Maricel:

Mi historia comienza como muchas historias que suceden en nuestros países. Un día cualquiera mi vecino de enfrente golpeó a mi puerta para ofrecerme un gatito. Hacía muchos años que no tenía una mascota, especialmente en este país donde se trabaja tanto! Luego de escuchar la historia de Goldie (la madre de los gatitos) y de cómo mi vecino se hizo cargo de sus crías no pude decir que no. Así fue como Justine llegó a mi vida casi 4 años atrás y a partir de allí, todo cambió completamente. Desde ese momento comencé a interesarme, junto con Max, por la situación de Guinness (otra gata de unos 4 años hija también de Goldie), ella no tenía casa, vivía en las calles del vecindario y comía de la generosidad de Susan y Robert, y algún que otro buen vecino. Igualmente hacía falta más que comida y cobijo, necesitábamos controlar sus pariciones, era necesario capturarla y castrarla, pero cómo?

Junto con Max comenzamos la búsqueda de ayuda por internet y así fue como dimos con Sharon, una voluntaria del programa TNR del Humane Society de Leesburg.  Este programa (Trap, Neuter and Return) se ocupa justamente de controlar la proliferación de gatos en el área del condado de Loudoun. Ellos los atrapan, los esterilizan y luego los retornan al mismo sitio, de esta manera, los gatos continúan con su importante tarea de controlar a su vez la población de roedores. Pero aún nos quedaba algo más en el tintero, que se podía hacer por los gatitos que no eran tan ariscos y que necesitaban un hogar? Bueno, como siempre para todo hay respuesta y una persona solidaria siempre te lleva a otra y asi fuimos conociendo a un grupo de gente que trabajaba por el futuro de estos hermosos animalitos, como los voluntarios de 4 Paws Rescue Team o la organización HART. Así aprendimos de la existencia de colonias de gatos callejeros que necesitan de alimentación básica y refugios para pasar los duros inviernos, y nos comprometimos a ayudar.

Hoy, somos hogar de acogida de gatos para ambas organizaciones, Max es parte activa del programa TNR y compartimos la alegría de haber encontrado hogar a muchos gatitos abandonados o no deseados. Gracias a nuestro vecino, aprendimos que hay un mundo de animalitos que necesitan de mucha ayuda y que no es todo dinero, es tiempo para ir a visitarlos en un centro de adopción y jugar con ellos, es amor y paciencia para socializarlos y brindarles la oportunidad de una vida mejor, porque muchas veces eso es lo que hace a la diferencia.

www.fourpaws.org

www.hart90.org

www.hslcva.org